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Imagina que cada palabra es una piedra. Algunas construyen puentes, otras levantan muros. En el mundo del autismo, muchas veces usamos expresiones que sin querer pueden herir, excluir o etiquetar de forma injusta. No se trata de ser excesivamente correctos, sino de ser conscientes y empáticos. Porque el lenguaje no solo describe la realidad, también la moldea.

En este artículo, te acompañamos a identificar 10 términos del modelo biomédico que es mejor evitar o usar con cuidado, explicando por qué y qué alternativas más respetuosas existen desde una perspectiva neuroafirmativa. Al final, descubrirás cómo nuestras palabras pueden abrir nuevas formas de comprensión, respeto y acompañamiento.

1. Trastorno del espectro autista (TEA): cuando el diagnóstico no lo dice todo

Aunque es el término clínico oficial, muchas personas autistas prefieren simplemente «autismo». La palabra «trastorno» sugiere una patología o una desviación que debe corregirse, en lugar de una forma de ser válida y completa.

Consejo: Usa «autismo» a secas, o mejor aún, habla de «personas autistas» si sabes que es su forma preferida de identificarse.

2. Síntomas del autismo: cuando vivir no es una enfermedad

Decir que alguien «presenta síntomas» de autismo medicaliza lo que para esa persona es su experiencia cotidiana. No son signos de una enfermedad, sino formas naturales de percibir, sentir y relacionarse.

Consejo: En vez de «síntomas», puedes hablar de «características del autismo» o «formas de ser autista».

3. Retraso del desarrollo: una carrera que no debería tener cronómetro

Esta expresión parte de una comparación con una norma neurotípica, como si hubiera un solo camino correcto. Pero el desarrollo humano es diverso y no siempre lineal.

Consejo: Prefiere hablar de «desarrollo diferente» o «trayectoria de desarrollo propia».

4. Conducta problemática o desafiante: cuando la conducta es un mensaje

Etiquetar ciertas acciones como «problemáticas» puede invisibilizar el malestar o necesidad real que hay detrás. Muchas veces, son formas de comunicar algo que no se puede expresar con palabras.

Consejo: Intenta comprender el contexto y usa expresiones como «conducta que expresa una necesidad».

5. Déficit en la comunicación social: cuando lo diferente no es deficiente

Este término refuerza la idea de que la forma de comunicarse del autista está mal o incompleta, en lugar de reconocer que es simplemente distinta.

Consejo: Habla de «formas diversas de comunicación» o «estilos comunicativos autistas».

6. Intervención, tratamiento o terapia para el autismo: no estamos arreglando nada roto

Estas palabras pueden sonar a que el autismo es algo que debe ser eliminado o modificado. Desde la neuroafirmación, lo que se busca es acompañar, apoyar, no cambiar la esencia.

Consejo: Usa «acompañamiento», «apoyo especializado» o «estrategias de apoyo respetuoso».

7. Curar el autismo: un mito peligroso

Esta expresión es ofensiva para muchas personas autistas, porque parte de la idea de que están rotas o enfermas. El autismo no se cura, porque no es una enfermedad.

Consejo: En vez de buscar una «cura», enfoquémonos en crear entornos más comprensivos e inclusivos.

8. Funcionamiento alto / bajo: etiquetas que no cuentan toda la historia

Estas categorías simplifican demasiado la experiencia autista. Una persona puede necesitar mucho apoyo en algunas áreas y ser muy independiente en otras. Las etiquetas no reflejan esa complejidad.

Consejo: Habla de «niveles de apoyo necesarios» en contextos específicos, y no como una etiqueta fija.

9. Comportamiento repetitivo o estereotipado (estereotipias): mucho más que un hábito

Estos comportamientos son formas de autorregulación y expresión importantes para muchas personas autistas. No necesitan ser eliminados, sino comprendidos y respetados.

Consejo: En vez de «estereotipias», puedes hablar de «movimientos de regulación sensorial».

10. Anomalía o disfunción neurológica: términos que pesan demasiado

Son palabras frías, técnicas y duras. Refuerzan la idea de que algo en el cerebro del autista está mal, cuando en realidad es simplemente diferente.

Consejo: Prefiere «neurodivergencia» o «forma distinta de procesar la información».

Las palabras pueden ser un refugio o una barrera. Elegir con cuidado nuestro lenguaje es una forma concreta de respeto, y también una manera de cambiar el mundo, un puente a la vez. En Llako creemos que cada niño y niña autista merece ser entendido desde su autenticidad, y eso empieza también por cómo hablamos de ellos y con ellos.

Como dijo la activista autista Judy Endow: «No necesitas entender mi manera de ser para respetarla».

Y desde ese respeto, todo es posible.